Uno de cada diez bebés que nacen este año serán prematuros. Es decir, cuando un bebé nace antes o a las 37 semanas de embarazo.

 Pueden desarrollar problemas pulmonares, cardíacos y cerebrales, problemas con los que tendrán que lidiar toda su vida. 

Una mujer que nació prematura no dejó que eso le impidiera hacer lo que la mayoría de los médicos decían que nunca podría hacer.

Hace cuarenta y tres años, Gabriela Gastelum nació a las 25 semanas, pesando solo un kilo.

"Como nací tan pequeña, tuve una hemorragia cerebral de grado tres", agrega Gabriela Gastelum.

Al nacer le conectaron dos derivaciones a un catéter que drenaba el líquido de su cerebro a los alrededores de su abdomen.  Se lo cambiaron seis veces. A Gabriela le dijeron que nunca podría tener hijos.

"No hay manera. Si lo haces, serás tú o los bebés los que sobrevivan", agrega Gabriela Gastelum.

Pero para ella, el deseo de tener una familia valía el riesgo.

"Tuvimos que pasar por la FIV. Acabamos pasando por seis ciclos", agrega Gabriela Gastelum.

Finalmente, Gabriela esperaba gemelos. Entonces, a las 30 semanas.

"Estaba esencialmente comatosa en ese momento, no respondía, no hablaba", agrega Thomas Beaumont, MD, Neurosurgeon, UC San Diego Health.

El fluido se estaba acumulando en su cerebro de nuevo.

"Entonces, la presión en su abdomen había subido tanto que compensaba la presión en su cabeza, y la derivación ya no funcionaba", agrega Thomas Beaumont, MD.

El doctor Thomas Beaumont tuvo que poner una derivación externa para drenar el fluido.

"Pudimos insertar una aguja en la válvula de derivación y extraer un gran volumen de líquido cefalorraquídeo que permitió que realmente se despertara casi instantáneamente en los siguientes 60 a 90 minutos", agrega Thomas Beaumont, MD.

Y dos semanas después era seguro dar a luz por cesárea.  

Las bebés Liyah y Natalia, ¡Venían con sorpresa!

"La segunda gemela nació con ese catéter de derivación en la mano", agrega Thomas Beaumont, MD.

La antigua derivación de Gabriela, que era demasiado arriesgado extraer durante el embarazo, ¡Fue extraída por Liyah!  

"Y yo estaba como, oh Dios mío. Eso estaba causando todo ese problema", agrega Gabriela Gastelum.

Un gemelo permaneció en la NIC-U durante 56 días y el otro 107 días, y ahora la familia ya está en casa, sana, feliz y lista para seguir.

Pocas semanas después del parto, Gabriela necesitó que le pusieran una nueva derivación. Esta revisión también fue realizada por el doctor Beaumont y su equipo.