Salud y Vida: Médicos utilizan nueva terapia en pacientes oncológicos
Según los informes médicos, más de 300.000 personas en los Estados Unidos serán diagnosticadas con cáncer de mama este año.
Esta no es solo una enfermedad que afecta a las mujeres. Casi 28.000 hombres serán diagnosticados y en el caso de los hombres, el diagnóstico suele producirse cuando el cáncer ya se ha extendido, lo que significa que curarlo es aún más difícil, si no imposible.
Sin embargo, un hombre está adaptando una teoría de los agricultores para cambiar la forma de tratar a los hombres y mujeres con cáncer de mama.
Christopher Gregg, neurobiólogo del Instituto Oncológico Huntsman de la Universidad de Utah, ha dedicado su vida a estudiar la genética humana.
"Como alguien que dirige un laboratorio con muchos ratones de laboratorio, no se me ha escapado la ironía", comentó Gregg.
Al profesor Gregg le diagnosticaron cáncer de mama. "Me desperté una mañana y me sangraba el pezón", expresó.
Después de una mastectomía le dijeron que el cáncer había desaparecido. Ocho años después, una resonancia magnética reveló un gran tumor en la cadera y la columna vertebral.
"Sabía que un diagnóstico de estadio cuatro con enfermedad metastásica y diferentes localizaciones era un diagnóstico terminal. Lo supe de inmediato", informó Gregg.
El profesor Gregg reunió a los mejores expertos en la materia y encontró nuevas ideas que cambiarían el curso de su tratamiento. Esas ideas se basaban en la forma en que los agricultores protegen sus campos de las plagas.
"Usted rota las clases químicas de los plaguicidas. Así que nunca estás rociando crónicamente con el mismo producto químico hasta que todos desarrollen resistencia", agregó Gregg.
En 2018, el profesor Gregg comenzó la terapia de extinción, rotación de medicamentos FDA ya aprobados antes de que su cáncer desarrollara resistencia.
"La clave es que nunca progresé ni me volví resistente a 11 medicamentos diferentes durante todos esos años", indicó Gregg.
El equipo del profesor Gregg creó un algoritmo usando AI (inteligencia artificial) para medir con precisión los síntomas de un paciente.
"No necesitamos otro medicamento de mil millones de dólares que cueste a un paciente entre 20.000 y 30.000 dólares al mes para tratar su cáncer. El sueño es un algoritmo muy barato que funcione a través de tu smartphone y te diga exactamente cuándo y qué tomar y cuánto", expresó Gregg, quien explicó que el objetivo de usar este método es convertir un cáncer letal en una enfermedad crónica manejable.
Gregg y su equipo seguirán desarrollando la herramienta, utilizándola en un ensayo clínico en el Centro Oncológico Moffitt que comenzará a finales de este año, así como en otros ensayos clínicos que se iniciarán en la Universidad de Emory y en el Centro Oncológico Huntsman.
Gregg espera poner la terapia de extinción a disposición de los pacientes con cáncer metastásico en los próximos tres años.