Rehabilitación precoz y tratamientos para la disfagia
La persona promedio traga 600 veces al día hasta que nos atragantamos, esta afección se denomina disfagia. La rehabilitación precoz es fundamental para evitar que la comida llegue accidentalmente a los pulmones, neumonía, desnutrición y enfermedades graves.
Tragamos una vez por minuto mientras estamos despiertos y tres veces por hora mientras dormimos.
Pero para 15 millones de estadounidenses con disfagia, los músculos de la garganta se debilitan, el orificio no se cierra y se ahogan con la saliva o la comida.
"Y a medida que comienza la debilidad muscular en el extremo superior de la deglución, empiezan a apretar menos, a empujar menos, a moverse menos, y se vuelve cíclico y se obtiene lo que se llama una atrofia difusa", agrega Giselle Carnaby, PhD.
Susan Craig tiene Parkinson y controla la fuerza muscular con el boxeo y se mantiene activa viajando. Pero al igual que los músculos del cuerpo, unos músculos orales débiles provocan verdaderos problemas.
Así que Susan está en rehabilitación de Carnaby, tragando con más frecuencia, y dominando los medicamentos, poniendo las pastillas en puré de manzana para facilitar su consumo.
Si experimenta dolor o dificultad para tragar, el profesor Carnaby le aconseja que consulte a un especialista en deglución, trague con más frecuencia para fortalecerse, controle afecciones subyacentes como el reflujo ácido y el COPD.
Otras técnicas de tratamiento incluyen la neuroestimulación, especialmente para los pacientes de ictus con disfagia, que libran una lucha diaria para comer.