La epilepsia, más de tres millones de estadounidenses padecen este trastorno neurológico.

No saber cuándo se va a producir un ataque, o si se va a producir, puede dificultar la vida de la persona.

La mayoría de las personas pueden tomar medicamentos para controlarla, pero hasta el 30% de los epilépticos no responden al tratamiento farmacológico.

Ahora, por primera vez, una nueva terapia celular experimental pretende eliminar los ataques sin medicamento ni cirugía cerebral invasiva.

Pueden suceder en cualquier momento, en cualquier lugar, pero ahora, un nuevo ensayo clínico contra la epilepsia utiliza un procedimiento regenerativo de células cerebrales para detener los ataques.

"Nuestro objetivo, ahí, es, de hecho, lograr la libertad de incautación", agrega Sharona Ben-Haim, MD, Neurocirujana, UC San Diego Health.

El tratamiento habitual de la epilepsia comienza con medicamentos y, a continuación, con la extirpación de las partes del cerebro que provocan los ataques.

Pero existe el riesgo de dañar el tejido cerebral sano.

Ahora, los médicos de la UC San Diego están utilizando la guía MRI para localizar la zona exacta que provoca los ataques y, a continuación, se inyectan células derivadas de células madre.

"Esta terapia nos ofrece la oportunidad de no destruir tejido, sino de, realmente, rehabilitarlo y recuperarlo", agrega Jerry Shih, MD, Neurologo, Dir. Centro de Epilepcia UC San Diego Health.

El primer paciente que recibió el tratamiento fue un hombre de 38 años que sufría entre cinco y ocho convulsiones al mes.

Dos meses después de recibir el procedimiento.

"Ha tenido una reducción arriba del 95% en sus convulsiones, lo cual es tremendo", agrega Jerry Shih, MD.

Los médicos esperan que, con el tiempo, pueda llegar a no tener convulsiones.

El primer paciente sometido a terapia celular regenerativa en Nueva York sufría 30 convulsiones al mes y ahora, un año después del tratamiento, está libre de convulsiones.

Ambos pacientes forman parte de un ensayo clínico nacional.

Los pacientes que participen deben padecer epilepsia del lóbulo temporal y serán controlados periódicamente durante los dos años posteriores al procedimiento.