Ya hay respuesta por parte de los presidentes de México, Canadá y China, países afectados por la amenaza de aranceles elevados, del presidente electo, Donald Trump.

En el caso de la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, aunque prefiere el diálogo, también está dispuesta a implementar aranceles a los productos estadounidenses.

A poco más de dos meses para que Trump regrese a la Casa Blanca, la amenaza de imponer un arancel del 25 por ciento a todos los productos que se exporten de México a los Estados Unidos es real.

"Este arancel permanecerá en vigor hasta que las drogas, en particular el fentanilo y todos los extranjeros ilegales, detengan esta invasión a nuestro país", agrega presidente electo Donald Trump, Truth Social.

Por lo que de inmediato hubo una reacción desde palacio nacional, donde la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió señalando que su economía también se verá afectada.

"Por ejemplo de los principales exportadores de México a los Estados Unidos son General Motors, Stellantis y Ford Motor Company, las cuales llegaron a México hace 80 años porque ponerle un impuesto que las ponga en riesgo", agrega Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México.

Trump dijo que esta amenaza se detendría si es que México logra frenar la migración ilegal como las caravanas y el comercio de drogas, pero de cumplir su amenaza, la mandataria mexicana señaló que también habría respuesta.

"A un arancel vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes", agrega Sheinbaum.

Para Marco Antonio Mares, especialista en finanzas y economía, esta amenaza si se cumple pondría a México en una situación difícil.

"Un arancel del 25 por ciento podría llevar a México a una recesión económica, provocaría un fuerte golpe a la cotización del peso frente al dólar e impactaría en el nivel de la deuda mexicana como proporción del producto interno bruto", agrega Marco Antonio Mares, economista.

Sobre la afectación directa en los bolsillos de los mexicanos, esto dijo al respecto.

"Impactaría negativamente en la economía por una eventual recesión que reduciría la capacidad de consumo de las familias en México", agrega Mares.

Esta potencial amenaza de inmediato le propinó un duro golpe al peso mexicano, ya que en cuestión de minutos se devaluó un 2.45% logrando que casi llegue a 21 pesos mexicanos por cada dólar.