Mientras el CDC informa que el 25 por ciento de los adultos estadounidenses se emborrachan todos los fines de semana, el instituto nacional de alcoholismo recomienda que los hombres no beban más de dos copas al día y que las mujeres no beban más una copa.

Se podría pensar que esta medida se debe a los efectos que causa el alcohol en el hígado. Sin embargo, ¿sabía que beber de manera excesiva también puede afectar al cerebro?

El beber no solo podría cobrarle la vida, también podría causar un daño cerebral permanente llamado síndrome de wernicke-korsakoff o cerebro húmedo.

"El cerebro húmedo típicamente no se manifestaría hasta que ver que el individuo esté bebiendo - quizás, al menos, seis o siete copas al día", dijo Joseph Schacht, psicólogo de la universidad de Colorado.

De acuerdo Schacht hay dos etapas para un cerebro húmedo. Primero, la encefalopatía, la cual hace que la gente parezca borracha incluso cuando está sobria.

"El síndrome cerebro húmedo se caracteriza en particular por dificultades motoras. Así, dificultad para caminar. Caerse o perder el equilibrio, y como cierta confusión mental", explico Schacht.

La segunda etapa, es la psicosis, la cual causa alucinaciones y delirios.  

"También pueden confundirse con síntomas de otras demencias", comento Schacht.

Estos síntomas son causados por la falta de Vitamina B1.

"Los síntomas del síndrome de cerebro húmedo pueden identificarse y tratarse. Puede ser muy sencillo con un simple suplemento de tiamina o vitamina b1. Pero si eso no se trata, progresará a, por supuesto , la psicosis, que no es tratable", agrego Schacht.

El daño puede revertirse si se detecta a tiempo. Pero la única forma de prevenirlo es minimizar o dejar de beber.

Hasta el 80 por ciento de las personas con un trastorno grave por consumo de alcohol presentan carencia de vitamina b1 o tiamina. 

Y se ha demostrado que los hombres mueren por enfermedades relacionadas con el alcohol a un ritmo mucho mayor que las mujeres, aunque la diferencia se está reduciendo a medida que las mujeres empiezan a beber más.

Datos alarmantes, tomando en cuenta que las mujeres no procesan el alcohol tan bien como los hombres porque sus cuerpos tienen menos agua para diluirlo.