La fibrilación auricular, o "A-FIB", es el trastorno del ritmo cardiaco más frecuente del mundo y afecta a más de seis millones de estadounidenses en la actualidad.

Esto no solo hace que el corazón lata desordenadamente, sino que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos e ictus.

Según los especialistas, la fibrilación auricular se puede controlar con la detección, tratamiento precoz, y con la inteligencia artificial, es posible detectarla y tratarla con mayor precisión, garantizando corazones más sanos.

"La fibrilación auricular es un ritmo cardiaco abnormal. Lo que no queremos es que los pacientes tengan ritmos cardíacos rápidos durante periodos muy largos", comentó Matthew Mckillop, electrofisiólogo cardíaco en Baptist Health de Maryland. 

De acuerdo a los reportes médicos, la fibrilación auricular puede ser silenciosa y acabar provocando un ictus.

Sin embargo, Mckillop espera que la inteligencia artificial ayude a los médicos a tratar con éxito la fibrilación auricular antes de que se produzca.

"Esta es una de las partes más interesantes de los avances tecnológicos en mi carrera", agregó Mckillop.  

Actualmente, los médicos utilizan un catéter para introducirse en el corazón y recoger señales eléctricas para averiguar cuál es la causa de los latidos irregulares.

El doctor Mckillop fue el cuarto doctor del mundo en utilizar el sistema de mapeo 'Star Apollo', y utiliza catéteres cartográficos de alta densidad para ayudar a localizar con precisión el problema.

"En unos cinco minutos, identificamos entre 10.000 y 50.000 puntos de información. Y así, esa información es obviamente demasiado complicada y densa para que la desempaquemos nosotros mismos", expresó Mckillop.  

Según los estudios, la inteligencia artificial puede descifrar rápidamente la información, permitiendo al doctor Mckillop utilizar la ablación para poner el corazón de nuevo en ritmo.

En la actualidad, hay cinco centros en los Estados Unidos que participan en este estudio y todos ellos están actualmente inscribiendo a pacientes que ya se han sometido a una ablación, pero que siguen teniendo fibrilación auricular.