Del insomnio al síndrome de las piernas inquietas, pasando por la apnea del sueño, más de 50 millones de estadounidenses sufren trastornos del sueño.

 Los somníferos y los suplementos son lo primero a lo que recurre la mayoría de la gente cuando experimenta estos problemas, pero investigaciones recientes sugieren que unos son mejores que otros.

Con el aumento de los trastornos del sueño, muchas personas recurren a los suplementos.

"Dormir es como una medicina. Es el momento en que rejuveneces. Vuelves a crecer. Te sientes relajado, realizado", agrega Jagdish Khubchadani, PhD, Prof. de Salud, NM State University.

Las investigaciones realizadas en Johns Hopkins sugieren que la melatonina puede ayudar a reducir el tiempo que se tarda en conciliar el sueño y mejorar la calidad general del sueño, sobre todo en personas con insomnio o jet lag.

"Este patrón de sueño agitado afecta al funcionamiento diurno", agrega Lourdes Del Rosso, 

Prof. de Medicina Familiar, Universidad California San Francisco.

Sin embargo, la melatonina no está exenta de inconvenientes efectos secundarios.

 Algunas personas pueden experimentar somnolencia diurna, dolores de cabeza o mareos. Además, la melatonina no está regulada por LA FDA.

"Una, mantener un horario, alejar la tecnología del dormitorio, no tomar café ni alcohol antes de dormir. Esas son tres cosas básicas que usted puede hacer para usted sabe asegurarse de que usted está recibiendo un sueño de buena calidad y están en menor riesgo de problemas de salud", Jagdish Khubchadani, PhD.

El otro suplemento para dormir comúnmente utilizado es el magnesio. Ayuda a la relajación muscular, reduce los niveles de cortisol y aumenta la hormona melatonina. El único inconveniente es que tarda más en hacer efecto, pero es el más recomendado para uso de largo plazo.

"El sueño es la mejor medicina disponible de forma gratuita y mantenerlo debe ser una prioridad número uno", agrega Jagdish Khubchadani, PhD.

Otro suplemento para conciliar el sueño es la raíz de valeriana. Se ha utilizado durante siglos como remedio natural contra el insomnio y la ansiedad, y algunos estudios sugieren que puede ayudar a mejorar la calidad y la duración del sueño.