Incrementan los casos de accidentes cerebrovasculares en los jóvenes
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los accidentes cerebrovasculares están aumentando entre los más jóvenes.
De hecho, los adultos menores de 65 años experimentaron un aumento del 15% de los accidentes cerebrovasculares entre 2011 y 2022. Pero, ¿cuál es la causa de este aumento?
Los informes médicos indican que cada 40 segundos, alguien sufre un ictus en los Estados Unidos.
"En un ictus pueden morir dos millones de células cerebrales por minuto", dijo Melissa McDonald, médico neuro-hospitalista en Intermountain Health-McKay Dee Hospital.
Los accidentes cerebrovasculares son conocidos por afectar a los adultos mayores, pero en los últimos años su prevalencia ha aumentado entre las personas menores de 65 años.
Una razón: los jóvenes tienen ahora más factores de riesgo, como hipertensión, colesterol alto y diabetes. Otro culpable: el tabaquismo y el consumo de drogas.
"Así, la metanfetamina, la cocaína e incluso la marihuana pueden aumentar el riesgo de ictus cuando se es joven", agregó Melissa McDonald.
El embarazo también puede ser un factor de riesgo, al igual que la toma de anticonceptivos orales. Otra posible causa en los jóvenes son los traumatismos cervicales.
"Hemos visto varios pacientes al año, por lo menos, con derrames cerebrales por manipulaciones de cuello a alta velocidad. Eso es cuando un quiropráctico o alguien tuerce el cuello muy rápidamente, que puede desgarrar las arterias que irrigan el tronco cerebral", agregó Melissa McDonald.
No reconocer los signos es otro problema que provoca la muerte por ictus en personas jóvenes. Los especialistas recomiendan prestar atención a la debilidad o el mareo repentinos, el entumecimiento de un lado del cuerpo, la dificultad para hablar o entender el habla, o el dolor de cabeza intenso y repentino.
"No intentes dormir la mona. No intentes esperar que desaparezca", indicó Melissa McDonald.
Es posible que la pandemia del Covid haya contribuido a que se produjeran más accidentes cerebrovasculares.
Las muertes por ictus aumentaron un 12% durante los primeros años de la pandemia, lo que podría deberse a que más personas faltaron a las citas médicas y a las revisiones preventivas.