La escuela de medicina podológica de UTRGV, celebró su tercera ceremonia de bienvenida a su clase de 2028.

Entre ellos, Mariana Rodríguez, quien encontró su inspiración para ser podiatra tras superar varios desafíos de movilidad en su niñez.

La joven de Houston practicaba gimnasia de niña, lo que afectó su manera de caminar. 

"Practique gimnasia durante 10 años y básicamente debes estar siempre de puntillas, así que estar de puntillas era muy natural para mí, pero una vez que dejé la gimnasia y entré a la escuela secundaria seguí caminando de puntillas", agrega Mariana Rodríguez, Estudiante de Podiatría en UTRGV.

Después de utilizar aparatos ortopédicos por la gran mayoría de su niñez, empezó a participar en deportes, lo cual luego le causó otras complicaciones.

"A medida que crecía, seguí practicando deportes y eventualmente desarrollé fascitis, plantar y algunos juanetes", agrega Mariana.

Aunque su sueño era el volleyball, su experiencia con la pediatría le cambió la vida, inspirándola a seguir este camino.

"Pasando por esas enfermedades y sufriendo con dolor, creo que definitivamente puedo relacionarme con los pacientes que están sufriendo. Estando en el rol del paciente y luego como asistente médico una vez que comencé a trabajar con la Dra. Urukalo, ella fue probablemente la mejor doctora que he conocido, tan empática que realmente se preocupa por sus pacientes, tan bien informada también y eso me inspiró a seguir adelante con mi educación", agrega Mariana.

Rodríguez dice que, durante su año de descanso, pudo aprender más sobre la profesión al observar a la Dra. Ana Urukalo, la podiatra que le ayudó a visualizar su futuro.

"Todo está conectado y comienza desde los pies hacia arriba, honestamente, nuestra base.. Son nuestros pies, así que una vez que nos ocupemos de la base, podemos ocuparnos del resto", agrega Mariana.

Mariana es parte de la tercera cohorte de la escuela de medicina podológica de UTRGV, que sigue creciendo como única escuela de su tipo en Texas.