Texas intenta recuperar la normalidad tras la tormenta Beryl.

Sin embargo, millones de personas siguen todavía sin electricidad.

A esto se suman  las peligrosas altas temperaturas previstas en esa región.

Desde ayer, en toda la región se empezaron a abrir centros de refrigeración por el calor.

En algunas zonas las temperaturas pueden alcanzar los 140 Fahrenheit.

Mientras tanto, son cerca de 1.7 millones de hogares y empresas los que siguen sin suministro eléctrico en el sureste de Texas.

Las casas se han convertido en saunas y la comida se echa a perder en las neveras.

Y de Galveston hasta el norte de Houston, se movilizaron a cuadrillas de trabajadores de compañías eléctricas para que esos hogares recuperen la electricidad.

La mayoría de los clientes sin electricidad se encuentran en el condado costero de Brazoria y una parte considerable del condado Harris.

Además, los daños de Beryl llevaron al presidente Joe Biden aprobase una declaración federal de emergencia por catástrofe.

"El presidente Biden ha aprobado una declaración de emergencia y continuaremos apoyando a la población de Texas mientras se reconstruyen y nos recuperamos", agrega Kamala Harris, vicepresidenta del gobierno de EE.UU.

Estos próximos días dicen expertos que son decisivos para que socorristas y operadores ayuden a las personas más vulnerables a tener de nuevo energía.

Tras el paso de una tormenta a la que se atribuyen al menos 10 muertes en Texas y Luisiana.