La enfermedad inflamatoria intestinal regularmente viene acompañada de dolor abdominal, diarrea, y anemia, y se calcula que más de siete millones de personas en EE. UU. y Europa serán diagnosticadas con esta enfermedad para el 2030. 

Pero por fortuna, la solución podría estar a la vuelta de la esquina.

Ahora, una investigación de laboratorio se centra en la ingestión de un biosensor bacteriano que Localizará y transmitirá información sobre la inflamación para tratarla con mayor eficacia.

"Se trata de genes que han evolucionado en el interior de bacterias que detectan moléculas en el Intestino relacionadas con la inflamación” Jeffrey Tabor, PhD, Prof. bioingeniería en Rice University.

Investigadores de la universidad 'rice' planean aprovecharlo con un sistema de administración de plataformas para insertar en las bacterias una cápsula que entregará biosensores que vigilan la inflamación en el intestino y transmiten la información a los médicos para el diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria o ibd por sus siglas en inglés. 

Este proceso no es invasivo y transmite señales a los médicos sobre el nivel de inflamación del paciente.

"Tardamos unos dos años en encontrar el primer sensor bacteriano. Buscamos en genomas bacterianos, analizamos sus genes, descubrimos sensores de biomarcadores de inflamación y los volvimos a poner en bacterias y en animales. Puedes pensar en una bacteria como una pequeña esfera", informo Tabor.

Las bacterias de la cápsula tienen una pequeña antena fuera de la esfera que detecta la molécula en los intestinos.

"La molécula flotará hasta la antena, se pegará a ella y la encenderá. Y lo que esto hace es transmitir la señal a través de la membrana bacteriana, a través de la esfera, dentro de la propia bacteria.", informo Tabor.

Los sensores bacterianos se conectan a una proteína verde fluorescente y la bacteria brillará de color verde, localizando la inflamación intestinal. Luego los biosensores se extraen de las heces.

"Les iluminamos con una luz azul y si brillan en verde, sabemos que han visto inflamación". Jeffrey Tabor.

Aún faltan tres años para los ensayos clínicos en humanos, pero los investigadores que entienden que las bacterias intestinales son la clave de la curación, las utilizarán para diagnosticar, reduciendo con el tiempo el uso de herramientas invasivas como endoscopias y colonoscopias.