El conductor acusado de un accidente mortal el 7 de mayo en una parada de autobús de Brownsville en el que murieron ocho inmigrantes venezolanos, no tenía alcohol en su organismo, según los informes toxicológicos del Departamento de Policía de Brownsville.

El accidente mortal ocurrió frente al Centro Ozanam, un refugio que estaba siendo utilizado por migrantes.

Un informe del hospital entregado al Washington Post poco después del accidente mostró que George Álvarez tenía cocaína, benzodiazepinas y marihuana en su organismo.

Sin embargo, la policía de Brownsville informa que aún están esperando los resultados de su propio informe sobre drogas.

Los registros muestran que Álvarez permanece detenido por múltiples cargos de homicidio involuntario y agresión agravada. Su fianza está fijada en 2,7 millones de dólares.