Pareja convierte su historia de amor en una capilla con bodas accesibles para la comunidad
Deborah y Ramón Alvarado son los fundadores de "Garden of Eden Wedding Chapel" donde desde mañana parejas tendrán la oportunidad de dar el sí en el altar.
En su pasado, ambos pasaron por matrimonios fallidos y dijeron que no se volverían a casar.
"Todo parecía una historia de amor perfecta y resulta que, un año en el matrimonio... me enteré de que había entrado en un matrimonio con violencia doméstica y me tomó 5 años salir de ese matrimonio", agrega Deborah Davis.
Los siguientes 15 años, Deborah los enfrento como madre soltera de 3 niños.
"¡Fue un camino de sanación! Y de no tener mucha confianza ni en mis parejas. ¡Ni en mí misma! No quería ponerme en una situación peligrosa de nuevo, así que puse muchos muros, muchos límites", agrega Deborah.
Límites que poco a poco empezaron a desvanecer con el tiempo, después de conocer a ramón en la iglesia.
Después de esa pequeña interacción no se volvieron a ver, sin embargo, Ramón no pasó ni un día sin pensar en ella.
Fueron exactamente cuatro meses después, el 5 de febrero, que milagrosamente se volvieron a ver.
De extraños a amigos y a novios, la relación entre Deborah y Ramón Floreció hasta un matrimonio.
Su propia historia de amor los inspiró a crear una capilla para que otras parejas pudieran casarse, sin importar su presupuesto.
Para cumplir su sueño de casar a las parejas del Valle por solo $250 dólares, Deborah se comunicó con el templo Betania en Weslaco, quienes generosamente brindaron su ubicación por una buena causa.
Deborah y Ramón remodelaron el templo, pintando paredes, arreglando los pisos y atravesando cualquier obstáculo, juntos!
Todo con un solo propósito en mente: amor.
"Sí, pueden ir a un juzgado y sí, pueden ir a ver al juez de paz y tal vez haya otros lugares que pueden donde es aún más barato, pero ¿cómo se consigue una boda por ese precio? El resultado sigue siendo el mismo, seguimos casados, seguimos siendo felices, seguimos siendo una familia, así que el dinero no es un problema", agrega Deborah.
Lo que comenzó como su propia historia de amor, es ahora un regalo para la comunidad.