MANAGUA (AP) - El gobierno de Nicaragua se involucró de lleno el viernes en el caso de un niño de 10 años presuntamente abandonado por migrantes en un desierto del sur de Estados Unidos, y solicitó ayuda a la Interpol para ubicarlo a él y a su madre, que está desaparecida.

La vicepresidenta y vocera oficial Rosario Murillo dijo que el gobierno identificó a Meylin Obregón, de 30 años, como la madre del niño Wilton Eniel Gutiérrez, cuyo caso captó la atención de la prensa mexicana y nicaragüense en los últimos días, tras difundirse un video en el que, llorando, le imploraba ayuda a un oficial de migración estadounidense.  

"Nuestra Policía Nacional, nuestro Ministerio de Gobernación, siguen haciendo gestiones ante las autoridades de Estados Unidos, de México, para obtener información que nos lleve a ubicar a Meylin Obregón y al niño. Estamos también haciendo llegar esa solicitud de ubicación a la Interpol", declaró Murillo a la televisión oficialista. 

El menor fue encontrado esta semana por un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en el desierto de Rio Grande, Texas, cerca de la frontera con México.

"Yo venía con un grupo, me dejaron botado y no sé dónde están… tengo miedo", le contó angustiado Wilton al oficial, según se observa en el video.

Murillo dijo que la Policía ya localizó al padre del niño, un campesino identificado como Lázaro Gutiérrez, que se encuentra en Nicaragua y que dijo que la madre pensaba entregarse a las autoridades de migración con su hijo, antes de que éste fuera encontrado en el desierto. 

"Le dijo que iba a entregar al niño a Migración porque corría peligro, y que también ella misma se iba a entregar, (pero) no volvieron a tener comunicación", explicó la primera dama, esposa del presidente Daniel Ortega. Aseguró que la pareja se comunicaba vía whatsapp. 

Por su parte, la Policía señaló en un comunicado que Meylin Obregón y su hijo salieron de Nicaragua el 7 de febrero y que el objetivo de la mujer era ingresar ilegalmente a Estados Unidos, donde residen dos de sus hermanos, quienes les financiaron la travesía con ayuda de "coyotes".  

Por su parte, Misael Obregón, tío del niño, declaró a un periodista nicaragüense que el menor "no fue abandonado" por su madre, sino que ambos lograron entrar ilegalmente a Estados Unidos pero fueron expulsados a México, donde luego fueron "secuestrados por una banda delincuencial".