CIUDAD DE MÉXICO (AP) - Dos paramédicos que transportaban a un paciente en una ambulancia fueron asesinados a tiros en el estado de Zacatecas, en el norte de México, dijeron autoridades el jueves.  

Los paramédicos eran empleados de la Secretaría de Salud del estado contiguo de Jalisco y se les pidió que llevaran a una persona a un hospital de Zacatecas, lo cual realizaban cuando los mataron el miércoles en la noche. De momento no había información sobre la suerte del paciente.  

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, declaró: “condeno y lamento profundamente el asesinato”. Zacatecas ha sido escenario de cruentos enfrentamientos por la disputa de territorios entre diversas organizaciones delictivas, entre ellas los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. 

Los ataques a ambulancias en México han ocurrido algunas veces cuando hombres armados de algún cártel quieren matar a un paciente, pero normalmente los paramédicos no son agredidos.

El gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello, escribió en sus cuentas de redes sociales que el estado ha sufrido una “lamentable oleada de violencia entre grupos delincuenciales”. 

El ataque ocurrió en medio de una ola de masacres y enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico el mes pasado semejante a los días más oscuros de la guerra contra las drogas en México de 2006 a 2012, cuando el antiguo cártel de los Zetas dominaba Zacatecas. 

La semana pasada, los cadáveres acribillados de 18 hombres fueron descubiertos en una localidad rural de Zacatecas después de lo que parecía haber sido una balacera entre miembros de grupos delictivos. Hay pruebas de que en la confrontación participaron hombres armados de los cárteles dominantes del país, el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, que están aliándose con grupos locales para disputar el control de territorios en muchos estados.

Dos días antes, los cadáveres de dos policías secuestrados aparecieron colgados de un puente vehicular en Zacatecas, la capital del estado, y siete personas fueron asesinadas a tiros en una ciudad cercana.

Durante la mencionada guerra contra las drogas, los cárteles infundían con frecuencia el terror dejando pilas de cadáveres al lado de caminos o atacando a la población civil.