El banco de alimentos del Valle del Río Grande está trabajando para cambiar la mentalidad de los jóvenes en cuanto a su alimentación y unen esfuerzos con los distritos escolares para enseñarles a una edad temprana sobre los hábitos de alimentación saludables.

"Tengo naranjas, dos pimientos y esta cosa", dijo Marigán Guzmán, alumna de 2do grado en Primaria Olivero Garza Sr.

Marigán Guzmán estaba entre las docenas de estudiantes de prekinder a segundo grado de la escuela Elemental Oliverio Garza que participaron en el Mercado de Productos Para Niños, un programa gratuito ofrecido a las escuelas de bajos ingresos en todo el Valle.

"Este programa es una forma de ayudar a los niños con una dieta nutritiva. Reconocer frutas y verduras y aprender a alimentar mejor su cuerpo", explicó Miriam González, coordinadora de hambre infantil con el banco de alimentos RGV.

Durante el programa, se les mostraron verduras a algunos estudiantes que nunca habían visto o escuchado antes.

Para participar, los estudiantes no tuvieron que ir muy lejos, el Banco de Alimentos RGV llevó su mercado ambulante a la puerta de su escuela en el que no solo obtuvieron una bolsa de frutas y verduras, sino que se llevaron a casa también una lección.

"Empezamos a hablarles de nutrición, de listas de supermercados, a ayudar a sus papás a hacer listas de supermercados", expresó Marie Cavazos, maestra de pre-k. "También hablamos de cómo tomar decisiones saludables y de lo que es más sano".

Con la alta tasa de diabetes en el Valle, el Banco de Alimentos RGV y los profesores esperan que al enseñarles los beneficios de una alimentación saludable, puedan adquirir el hábito desde una edad temprana.

"Bueno, lo que es tan importante es que a esta edad están tan ansiosos por aprender y ponen atención a todo lo que dices, así que es cuando tratamos de construir eso para que sea una elección que ellos empiecen a hacer por sí mismos", explicó Cavazos.

Otras de las recomendaciones que hicieron los organizadores, es inculcar actividades físicas como montar bicicleta, caminar, patinar y practicar deportes como el fútbol y volleyball.

Al hablar con ambos organizadores, acordaron que buscan que este esfuerzo continuo sirva para prevenir la diabetes en el Valle y garantizar que todos los niños tengan acceso a alimentos nutritivos.