Desarrollan laboratorios educativos para pacientes hospitalizados
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En temas de salud, en los Estados Unidos, más de siete millones de niños pierden 15 días o más durante el curso escolar.
El problema es más grave en el caso de los niños gravemente enfermos que están hospitalizados y se enfrentan al temor de perder un curso.
Para evitarlo, un hospital construyó su propia escuela.
No todos los estudiantes dirían que ir a la escuela es divertido. Sin embargo, para Rubén Roldán, de 15 años, y sus compañeros, eso es exactamente lo que es.
"Sinceramente, esto es lo mejor del día", expresó Rubén Roldán, paciente de la Escuela de Salud Infantil de Stanford.
Roldán es paciente de Stanford Children's Health y desde hace un año asiste a su escuela totalmente acreditada. Se ha convertido en una luz en su viaje donde lucha por su salud.
La coordinadora educativa, Kathy Ho, dice que el objetivo principal es hacerles sentir que no son pacientes mientras están en la escuela. "Es un lugar seguro donde pueden ser niños", expresó.
"Lo que hacemos es normalizar la experiencia, proporcionarles todas esas experiencias infantiles que cualquier niño normal va a tener", agregó Kathy Ho.
Kathy Ho recomienda que es necesario asegurarse que los niños reciban clases que cumplan con todos los requisitos educativos y que se necesitó mucho ingenio a la hora de crear el plan de estudios del laboratorio de ciencias.
"El problema es que cuando estás en un hospital hay muchas restricciones. No puedes tener llamas abiertas", agregó Kathy Ho.
Ese problema se convirtió en la plataforma de lanzamiento de "LAB SCI". Se trata de una colaboración entre el hospital y estudiantes de la Universidad de Stanford para desarrollar laboratorios educativos y un poco graciosos para los niños.
"Tenemos que adaptarnos. Hay uno que me viene a la mente que utiliza el recuento de los colores en una caja de M&M", informó Hana Buabbas, voluntario de Ciencia de Laboratorio.
"Tratamos de pensar en formas realmente divertidas y colaborativas en las que los estudiantes puedan trabajar juntos y ser realmente prácticos", indicó Ryan Satianthen, estudiante de medicina de Stanford.
Ryan Sathianthen, estudiante de medicina, dice que el voluntariado fue su forma de devolver algo a la escuela a la que había asistido años antes, cuando estaba en tratamiento contra el cáncer.
"No parece que estés aprendiendo, pero aprendes mucho", agregó Maceo Álvarez, paciente de la Escuela de salud Infantil de Stanford.
La Escuela de Salud Infantil de Stanford está trabajando para compartir su plan de estudios de ciencias con otras escuelas de todo el país.
Hasta ahora, se han creado 30 laboratorios, todos ellos con artículos que pueden encontrarse fácilmente en una tienda de comestibles.
Este año la escuela celebra su centenario.