Una pedicura mal hecha produce heridas que se pueden llegar a infectar. En algunas ocasiones, estas infecciones en los pies podrían ser permanentes, dañando tu pie para siempre.

"Los peligros potenciales del pedicure incluyen infección del área de la uña, incluyendo la piel alrededor de las uñas", explicó la Dra. Joy Rowland, una podóloga de la clínica de Cleveland.

Rowland dice que para mantener los pies saludables, hay que estar precavidos sobre tres tipos de infección: La de hongos — como el del pie de atleta; la bacteria de la uña;  y la viral como la de verrugas plantares.

“Si terminas contrayendo cualquiera de estas infecciones, pueden progresar y causar una infección más grave", según Rowland. 

Rowland dice que lo primero que debe hacer es investigar el salón y asegurarse de que los instrumentos hayan sido esterilizados.

Ella dice que la técnica adecuada importa. Cortar las uñas demasiado cortas puede resultar en una uña encarnada o en una infección.

Cuando se trata de eliminación de callos, evite el raspador de metal, el cual puede crear cortes en la piel.

“Lo mejor es esperar al menos 24 horas antes de ir al salón después de afeitarte las piernas", dijo Rowland.

Las señales de infección incluyen: blancura de la uña del pie, uña amarilla, escamosa o quebradiza, u enrojecimiento, quizás de color rosa, o hinchazón de la uña.

Consulte con un médico si tiene alguno de estos síntomas.

Otra buena idea es traer su propio juego de herramientas de pedicure. Rowland dice que la mayoría de los salones lo encuentran completamente aceptable.

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