Estamos a menos de un mes del inicio de la temporada de huracanes, y la gente que vive cerca de la carretera 107 y Glasscock Road al norte de Mission están expuestas de inundaciones.

El Precinto Tres dice que las lluvias en el pasado causaron que la carretera se deteriorara, lo que dificultaba a cualquier persona, incluidos los socorristas, conducir por ella.

Por ello, los funcionarios se están asegurando que esta vía sea segura y fácil de transitar al momento de alguna emergencia.

En el Valle, no hace falta un huracán para que las calles se llenen de agua.

"Toda el agua se acumula allí, y verás autos pasando con, quizás, toda la rueda sumergida en ella y tardaría una eternidad en bajar el agua", dijo Noe González, un residente rural de Mission. 

González se enfrenta a esto cada vez que hay una lluvia fuerte, pues ha vivido a lo largo de la carretera 107 en Mission durante 14 años.

González comentó que en el 2021 el agua en esta vía le llegaba a la rodilla. "Todo alrededor de la calle se inundaba realmente con agua, como literalmente charcos hasta aquí", agregó. 

El Precinto 3 señala que el agua de esa inundación rompió la carretera dejando la calle llena de baches.

Según los funcionarios, para finales de esta semana, ese problema debería estar resuelto. En abril, el Precinto 3 comenzó a trabajar en repavimentar la 107 entre Shary y Glasscock.

El proyecto de más de $100,000 está siendo pagado por los contribuyentes.

"Así que estamos invirtiendo nuestro dinero sabiamente. Obviamente, tendrá un impacto positivo en la seguridad de nuestros residentes", indicó Everardo Villarreal, comisionado del Precinto 3. 

Villarreal comenta que también está trabajando para prevenir inundaciones en esa zona. "Estamos alrededor del 90 por ciento terminados con nuestros planes y ya estamos comprando derechos de vía para ayudar a esta área que se inunda prácticamente cada vez", sostuvo. 

Se trata de un proyecto de más de $3 millones para agregar tuberías de drenaje desde Mayberry hasta la Taylor Road.

Villarreal explicó que el costo se divide entre el Precinto 3, McAllen y el distrito de drenaje. Parte de ese dinero también proviene de los fondos del plan de rescate estadounidense.

Por el momento, González solo espera que la próxima vez que llueva, la carretera sea más segura de transitar.